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El spot de Euromillones nos cuenta la emotiva historia de una pareja premiada con el sorteo y su natural reacción ante la situación
En el mundo de la publicidad hay sectores en que la sobresaturación de spots hace que sea muy complicado innovar para sorprender al consumidor. Claros son los ejemplos de los anuncios dedicados al sector de la automoción, la limpieza del hogar, los perfumes y hasta hace poco, las loterías.
Y es que venimos de muchos años donde los spots dedicados a las loterías habían bajado el listón de la creatividad con propuestas surrealistas y confusas. No ha sido hasta hace poco que hemos visto un cambio de tendencia; de la grandilocuencia del «Calvo de la lotería» o el tremendo spot protagonizado por Montserrat Caballé y Raphael hemos pasado a las historias personales con el brillante spot «El mejor premio es compartirlo» o el reciente «Justino».
Las marcas han pasado de una publicidad rancia donde primaban enseñar el montante del premio a realizar publicidad con un storytelling trabajado sobre qué significa ganar ese dinero. Ese nuevo paradigma nos ha mostrado desde propuestas absurdas como los de La Primitiva hasta el último spot de Euromillones titulado: “¿Crees en el destino?”
El spot de Euromillones nos narra la historia de una pareja normal y corriente premiada con el sorteo durante una mañana cualquiera, momento en el que nos explican como se conocieron mediante un flashback y nos hacen reflexionar sobre el destino, que las cosas no ocurren por casualidad y hay que ir a por ellas.
Con una interpretación muy lograda por parte de los protagonistas, el spot de Euromillones busca alejarse de los tópicos de las celebraciones para mostrarnos una reacción más natural ante la situación, una mezcla de desconcierto, alegría y confusión que nos hace identificarnos inmediatamente con la pareja protagonista.
