El anuncio de Greenpeace denuncia el daño que hacen al ecosistema el consumo de nuggets.
Si lo paramos a pensar, cualquier alimento que se venda en masas supone un impacto terrible por el medio ambiente. Por eso siempre debemos comprar de forma local y producto de proximidad. Si alguien tenía alguna duda sobre como afecta el consumo a gran escala, nada más que ver este anuncio de Greenpeace para darse cuenta de la realidad.
Es un clara crítica a los restaurantes de comida rápida, que están en una lucha para demostrar que su producto es fresco y cultivado por los campesinos de cada zona. Y esta vez, un ataque a la cadena KFC que, pese a sus campañas de publicidad constantes, no sale muy bien parada.
Tout ça pour des nuggets! (Todo esto por unes nuggets) es el título del anuncio de Greenpeace en Francia realizado por el estudio H5. En ella critica de manera directa a la cadena KFC mostrándola como marca de pollo ficticia, llamada TGC. Así, vemos toda la cadena de producción desde que se cultiva el producto hasta que nos lo comemos en el restaurante.
Y lo hace de efectiva manera, a través de la narración inversa. Poniendo marcha atrás todos los clips de video, se crea una película que nos muestra paso a paso todos los elementos que forman parte de esta cadena de producción.
Desde la cría de pollos, el transporte, producción de alimento y las importaciones masivas de soja. Todo nos lleva a que los ecosistemas de Sudamerica estan siendo sistemáticamente destruidos por el desarrollo de la agricultura extensiva. El eslogan final del anuncio de Greenpeace, «Au bon goût de brûlé» (Con buen sabor a quemado) relaciona la fritura del pollo con la quema intencionada de bosques para utilizarlos como campos de cultivo.
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