El anuncio de Estrella Damm de este verano: «Álex y Júlia»
El anuncio de Estrella Damm: «Álex y Júlia» recupera el espíritu mediterráneo de sus primeros anuncios.
El anuncio de Estrella Damm sigue siendo el anuncio más esperado del año. Es es el acontecimiento que marca el inicio del verano, un hito que solo unos pocos elegidos han conseguido. Y son ya 10 años desde que aquel «Formentera» marcara el inicio de una nueva era para la publicidad. Una que influiria en las demás campañas y donde el Storytelling tendría un papel destacado.
Este año se alejan de la grandilocuencia de «La vida es nuestra», protagonizado por Peter Dinklage. Conscientes que la grandeza está en las pequeñas historias, nos explican la de «Álex y Júlia»; un corto de 12 minutos protagonizado por Michelle Jenner y Oriol Pla.
Álex y Júlia son dos músicos que, por separado, versionan canciones en chiringuitos y hoteles de Mallorca. A él le gusta y a ella no le parece la mejor opción, pero son maneras de ganarse la vida. Ambos llegan a la misma conclusión: el deseo de escribir una canción propia y original. Se suceden las secuencias en un auto-homenaje de Estrella Damm a todas las canciones que han protagonizado sus anuncios. Álex y Júlia llegan a la conclusión de que hay muchos músicos como ellos, tocando las canciones de otro grupo. Un mundo donde todo es copiado y, si quieren ser auténticos y genuinos, deberán componer sus propias canciones.
La búsqueda de lo auténtico
Se inicia entonces una «búsqueda de la inspiración» que les llevará a soñar despiertos en un mundo ideal y de paso mostrarnos la nueva canción del spot. Un falsa ilusión que les hará ver que no todo es tan fácil y que tal y como decía Picasso «La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando».
Álex y Júlia acaban encontrándose por casualidad en la secuencia final donde, en homenaje al primer anuncio nos muestran un concierto de Billie the Vision & the Dancers y su canción «Summercat». En el descubrimos que son expareja y lo dejaron porque «No tenían nada en común». Un claro mensaje de que las personas cambian con el tiempo y lo que no funcionó antes, puede hacerlo ahora.
Un anuncio que arranca de forma prometedora pero que se diluye en una floja parte central y un desenlace demasiado tosco. Aún así, recoge mejor el espíritu mediterráneo que «La vida es nuestra» para avisarnos que si, que el verano ya ha llegado.
