Reventar la imagen de Abercrombie. Ha nacido el contramarketing
http://youtu.be/O95DBxnXiSo
«No hacemos ropa para gordas ni para chicos que no sean «cool”», explicaba entonces Jeffries para describir su exitosa estrategia de ventas, que había logrado convertir una compañía moribunda en una empresa multimillonaria.
No era la única «perla» que podía hallarse en la entevista, en la que también afirmaba su público objetivo son «los adolescentes americanos atractivos con muchos amigos» y sentenciaba que «nuestra ropa no es para todo el mundo, no pretendemos que lo sea. ¿Somos exclusivos? Absolutamente». También se permitía dar consejos a la competencia: «Algunas empresas están en problemas porque intentan alcanzar a todo el mundo: los jóvenes, los gordos, los delgados. Pero entonces te vuelves totalmente flojo. No enfadas a nadie, pero tampoco estimulas a nadie».
Como respuesta, los detractores a Abercrombie, encabezados por el escritor y creador audiovisual Greg Karber, han decidido lanzar una campaña para reventar la imagen de marca que Jeffries pretende crear. Bajo el lema #FitchTheHomeless Karber anima a regalar las prendas de la compañía de Jeffries a vagabundos, grabarlo en vídeo y colgarlo en YouTube.
En apenas una semana su vídeo ha logrado casi siete millones de visitas, haciéndo aún más grande la avalancha de críticas que acosan a Jeffries, en la que también han colaborado celebridades como Sophia Bush y Kirstie Alley. «La ropa de Abercrombie es para gente «cool» y guapa y blablabla. Por eso no volveré a comprarles», afirmaba esta última la semana pasada en el programa «Entertainment Tonight».
En respuesta, el propio Jeffries se ha visto obligado a publicar un comunicado en la página de Facebook de la compañía en el que lamentaba que sus citas de 2006 hubieran sido «sacadas de contexto». «Nos enfocamos a un cierto tipo de clientes, pero también nos preocupamos por toda la comunidad en la que operamos. Nos oponemos a la discriminación, el acoso y la segregación basada en razas, género, físico o cualquier otra característica individual», afirmaba en el texto, respaldado por los «likes» de casi cuatro mil personas.
Vía | El economista